La Ley de partidos los sorprendió a unos y mantiene corriendo a otros.
Los regidores, esta vez, están más regulados, no van en una lista simple, donde manda el alcalde y donde desde posiciones de poder se pueden alterar los participantes y su posición, sino que la Ley manda, quien participa en convención se prioriza… entonces, algunos quedaron el el «traje» hecho.
Casos emblemáticos de actuales regidores, Bernarda Aracena, quien, el PRM la trató de enjuiciar por no cumplir directrices y se fue al PRD, luego, pensó el PRD la reservaría y quedó fuera, Hilario, en la Fuerza del Pueblo, la llamó pero al ir en alianzas se «llenó la guagua»… quedó fuera, sin puesto, la sorprendió la indecisión y la Ley…
Felito, otro ejemplo, actual regidor del PRD por la 3, apostó a ser reservado pero el PLD, el mayoritario, daba un solo sombrero… que se eligió por convención, entonces, empujó junto a otros por romper la alianza con los morados y llevar a Wanda de alcaldesa y poder crear boleta para montarse, pelearon hasta al final por salvarse a si mismos, pero el PLD se aferró a no abrir una competencia más y ya no había nada que hacer. Quedó fuera…
José Sánchez, otro regidor que pensó seria reservado… pero la Circunscripción 2 es pequeña y compleja, poco margen de negociación, demasiadas cabezas desprovista y numerosos grupos empeñados por llevar el suyo. Maniobró, a las buenas e incluso, a las malas, pero la Ley de Partido lo derrotó y tendrá que pasarse cuatro años esperando el próximo tren, sin curul.
Soto Lara, del BIS, hasta se cambió de Circunscripción al tener el mando de la boleta, pero igual, la Ley de Partidos y las Alianzas lo doblegaron.
La Ley de Partidos vino a regular y, aunque no del todo, ha sorprendido a demasiadas personas que tendrán como almas en pena que deambular estos años venideros y prepararse a que con suerte, lleguen tiempos mejores.